Taller Viviencial Basado en el Libro Mujeres que Corren con Lobos
En este Taller Vivencial trabajaremos el cuento La Loba ...el primer cuento del libro “Mujeres que corren con los Lobos”, de la poeta y analista jungiana Clarissa Pinkola Estés.
Entendiendo que estos cuentos hilvanan mitos relativos al camino de individuación, una lectura mandálica de los mismos –de Aries a Piscis- puede ayudar a comprender el juego de “luz y sombra” de una psique femenina, a lo largo de ese camino. .A través de lo que sigue, queremos compartir con nuestras invitadas algunas de las simbolizaciones e insights que fuimos tejiendo y destejiendo a lo largo de estos años. En este caso nos centraremos en el cuento que (según nuestra hipótesis de trabajo) ilustra la fase de arranque ariana del mandala....
Coordinadora: Caro Aguayo de la Red Luna Venus de Buenos Aires
Organiza: Adriana Sánchez del Centro Astrologico De Misiones
Fecha :Sabado 20 de Junio
Hora: 15 a 19 horas
Lugar: Instituto Agni Ashram
Posadas - Msiones
Invita: Astro-sintesis Escuela - Centro Astrologico de Misiones
mas info: adrianastral@yahoo.com, carolinaguayo@yahoo.com.ar
El poder curativo de los cuentos
Muchos psicóterapeutas, entre otros profesionales de la salud, se han dedicado a estudiar a los cuentos como fenómenos curativos, como una medicina alternativa para el alma.
Los cuentos al ser escuchados generan emociones, preguntas, anhelos y nos permiten comprender los arquetipos con los cuales se vinculan. Contienen enormes posibilidades para permitirnos repar...ar o recuperar la salud del alma.
Para abordar los cuentos desde esta perspectiva, hay que ser un poco “guardián de antiguos relatos” al decir de la psicóloga Clarisa Pinkola Estés. Es decir, recuperar historias contadas de generación en generación, asumiendo la responsabilidad de transmitirlas como el tesoro que son: los cuentos son una medicina que fortalece y encamina a la persona y a la comunidad. Este poder de los cuentos proviene precisamente de esa cantidad de personas unidas a través del espacio y el tiempo.
Para abordar los cuentos desde esta perspectiva, hay que ser un poco “guardián de antiguos relatos” al decir de la psicóloga Clarisa Pinkola Estés. Es decir, recuperar historias contadas de generación en generación, asumiendo la responsabilidad de transmitirlas como el tesoro que son: los cuentos son una medicina que fortalece y encamina a la persona y a la comunidad. Este poder de los cuentos proviene precisamente de esa cantidad de personas unidas a través del espacio y el tiempo.
Esta psicóloga junguiana también caracteriza a los cuentos como “relatos que pueden ser utilizados como vitaminas del alma”, ya que despiertan nuestra vida interior, y esto es esencial cuando estamos atemorizados, cuando nos sentimos acorralados y sin libertad para actuar en nuestra vida. Los cuentos tienen el poder de abrir de par en par las puertas de nuestra alma a los sueños, haciéndonos despertar la sabiduría interior que cada uno poseemos en nuestro interior.
Las heridas del alma son puertas por las cuales los cuentos se meten suavemente, susurrándonos nuevas posibilidades de plenitud para nuestra vida. Los cuentos no se imponen, se susurran. No se escuchan con los oídos sino con el alma. De allí su poder curativo.
El sufrimiento de las personas suele estar relacionado con una fuerte negación de la parte oscura y descartada, de su personalidad. Sin embargo, cada aspecto de nuestra personalidad existe porque existe su contrario. La tensión eterna entre los polos mueve al individuo y al mundo y es la integración de los contrarios, el mito recurrente en la psicología del inconsciente.
El sufrimiento de las personas suele estar relacionado con una fuerte negación de la parte oscura y descartada, de su personalidad. Sin embargo, cada aspecto de nuestra personalidad existe porque existe su contrario. La tensión eterna entre los polos mueve al individuo y al mundo y es la integración de los contrarios, el mito recurrente en la psicología del inconsciente.
La totalidad psíquica del individuo o sí mismo como la llamada Carl G. Jung, es también el centro regulador del inconsciente colectivo. Cada persona y cada pueblo tiene su propia forma de experimentar la realidad psíquica. Los cuentos de hadas y los mitos y sus miles de versiones, mantienen los mismos temas desde más de 25.000 años a. C. expresando de esta manera un sentido psicológico esencial y único, en una serie de imágenes y sucesos simbólicos.
Estos símbolos contenidos en los cuentos, expresan realidades filosóficas y pensamientos metafísicos que contienen enseñanzas profundas sobre el hombre, el mundo y Dios. En los cuentos suelen repetirse un conjunto de figuras simbólicas que ofrecen un camino de redención al ser humano. Al conectar a la persona con algo que se asemeja a la expresión de un deseo, esos símbolos son imágenes que curan.
Estos símbolos contenidos en los cuentos, expresan realidades filosóficas y pensamientos metafísicos que contienen enseñanzas profundas sobre el hombre, el mundo y Dios. En los cuentos suelen repetirse un conjunto de figuras simbólicas que ofrecen un camino de redención al ser humano. Al conectar a la persona con algo que se asemeja a la expresión de un deseo, esos símbolos son imágenes que curan.
Todos podemos recordar al héroe que en los cuentos va a rescatar a la princesa, o al príncipe que debe librarse de un hechizo. El palacio encantado, el bosque que es necesario atravezar, el beso final para despertar a la bella durmiente, el rey que se convierte en sapo, el Hada Madrina que cumple nuestros deseos, entre otros, son imágenes que se repiten, imágenes arquetípicas que reúnen emociones comunes en todos los seres humanos.
Dicen Ortín y Ballester, “Un cuento cura cuando: predispone al bienestar, conecta con la satisfacción, abre el campo de percepción de un conflicto, consuela, aporta otros encuadres de referencia de la situación y permite identificarse con él y por ello aligera la sensación de soledad.”
Dicen Ortín y Ballester, “Un cuento cura cuando: predispone al bienestar, conecta con la satisfacción, abre el campo de percepción de un conflicto, consuela, aporta otros encuadres de referencia de la situación y permite identificarse con él y por ello aligera la sensación de soledad.”
El misterio del cuento depende de cada persona, de su historia personal, de su biografía. Por eso el cuento es memoria, porque conserva la historia de cada uno, la historia de una familia y por supuesto de una cultura.
Un cuento valioso es una obra de arte y nos recuerda al decir de Roberto Cossa: “Sin arte no hay belleza, sin belleza no hay ternura, sin ternura el hombre está perdido.”
“Había una vez”…dicen los cuentos, recordándonos que comienza una historia, que comienza una vida, que un proceso está en movimiento, que habrá acciones y experiencias y que el tiempo nos abre a la posibilidad del cambio.
“Había una vez”…dicen los cuentos, recordándonos que comienza una historia, que comienza una vida, que un proceso está en movimiento, que habrá acciones y experiencias y que el tiempo nos abre a la posibilidad del cambio.
http://elquecorreconlobos.blogspot.com.ar/…/la-muneca-en-el…

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